«Bebe» que jugaba en la calle y fichó con el Manchester U.

Puede imaginar una competencia entre un bebe con mayúscula (B) y un vegetal  en diminutivo.  Tal batalla por ocupar el puesto de atacante la vamos a contemplar según los especialistas en un equipo inglés.  Manchester United.

Tal Bebe venido de Portugal  cuenta con 241 000 entradas en el localizador Google. Incluyen videos, biografías, estadísticas sobre goles y asistencias. Es ya una celebridad de poco más de 20 abriles. Ser exportado se la otorgó. Representa una cuña que se le colocó al chícharo Hernández de exportación nacional. Mexica pues.

Tiago Manuel viene de mero abajo. Ha escalado los peldaños de la vida circulando por empedrado camino. Pura cuesta empinada. Pateaba de chaval en el arroyo vehicular. Manejaba con maestría un balón de trapo que ejecutaba con magia. Destacó en torneo para gente sin hogar donde lo descubrieron para ingresar a la patada profesional.

Las páginas deportivas acá en México se tapizan de alusiones grandilocuentes sobre él ex chiva. Se come a puños británicos el presente y proyecta futuro inconmensurable. Reproducen charlas y comentarios que elogian desmesuradamente al vegetal exportado. Hoy que los alimentos dieron un vuelco al alza por los efectos del calentamiento global. 

Lo comparan con un tal Ole Gunnar Solskjaer, de apelativos fáciles de recordar, prácticamente desconocido para los mortales. Anotó pepino decisivo para el MU en la final de la Champions League, actuación que nos deslumbra, tan extranjerizantes que nos comportamos,  pero que pasó desapercibida para los indígenas americanos.

Este Ole, no confundirlo con otro emitido en plazas de toros que se grita cadencioso y emocionado como olé, destacó el “hambre” del atacante nativo tricolor. Entrenador además de las fuerzas inferiores del United, el citado Gunnar, agradece la comparación entre ambos pero deslinda que cada jugador es distinto con una sabiduría que abruma. 

“Soplo de aire fresco” lo catalogó como si estuviera componiendo un bolero entre tequilas y botana selecta. Destapando la vena cursi y poética que porta. Tralalá, tralalá…

“Motor cuando está lejos del balón”, “amenaza detrás de los defensores”, “de físico fuerte”, “listo con sus carreras” y “buen definidor”. Tralalá, tralalá… Y así podíamos seguir con florilegios que deberá corroborar nomás pise el césped.  La nota resalta que Javier lleva seis cotejos consecutivos metiéndola en la red. Todo un fenómeno. Tralalá, tralalá…

“Último ídolo del fútbol mexicano” rezan los epítetos que trotará en un “escenario histórico” del estadio Old Trafford por donde han pasado figuras como el (Sir) Bobby Charlton y George Best que además de ser y ejercer bien pedo era sumamente desmadroso.

Nada más y menos que este chicharito es suplente entre tanto divo multirracial y por lo tanto entra con posterioridad a que se da el silbatazo inicial. Ferguson (otro sir, de tantos  que abarata ese título nobiliario) entrenador del Manchester (marca de camisa decadente por acá), su mentor y propagandista principal, según los sesudos, lo está cuidando para que no sea flor de un día y se le marchite. Así nomás para justificar esa suplencia.

Pero la historia que vende porque emergió desde hasta abajo es la de Dias el lusitano. De la pobreza a la fama con tintes jolibudenses (spanglish) de vida miserable que se encumbra que tampoco en ser adaptado en guión para filme lacrimógeno. Que mirando al infinito escupió próximo al mítico estadio Viejo Trafford: “sueño hecho realidad”.  

Ferguson el Sir al que se nota gusta figurar en todos los guisados (guisantes) del club exclamó arrobado: “es un cuento de hadas cuando ves su historia”. Un club de la primera división peninsular allá compró bebito baratón en 64 mil billetes verdes. Una verdadera ganga de las que permiten exaltar las oportunidades del capitalismo y globalización.

Los rojos británicos a su vez cubrieron por el traspaso  del Bebe  Correira al Guimaraes de la liga portuguesa, únicamente 11 millonsejos  de verdes de país del negro presidente, equipo este cuyo presupuesto para toda la temporada fue de 14 millones de dólares. Con esa vendimia y 3 más que seguramente salieron de las ventas de chelas y frituras cubrieron los gastos de todo el año.

En el balompié mundial son constantes esos tremendos contrastes económicos. Ligas pobretonas y hasta miserables que surten de mano de obra entonces barata a las pudientes millonarias del primer mundo que de vez en cuando engullen estos garbanzos de a libra for sale, así sean guisantes (Chícharos) latinoamericanos y hasta africanos.

Los británicos desde el  imperio futbolístico se encuentran en quiebra por dispendio realizado en compras por aquí y allá que desembocó en un fracaso monumental en el mundialito oscuro jabulano del que tardarán un tanto en reponerse.

Un cura que administra la casa que alberga niños menesterosos de donde emergió el Bebe que chuta con precisión,  reza que la fama no le llenará la cabeza de tonterías que desembocan en piedras preciosas hasta en las narices. Sus padres son emigrantes de las islas africanas de Cabo Verde, ex colonia portuguesa de donde siguen extrayendo mano de obra baratona.

Bebe que disputará un puesto en el ataque del MU con nuestro chicharito, al parecer, ya no se quejará de tener que lavar los platos de la institución que albergaba a 80 jóvenes y niños parias recogidos de las calles tupidas de basura.  Que no los olvide nunca.

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