Una vez pasado el partido entre las selecciones de México y España, procedí a buscar a un grupo de aficionados que hubieran asistido al estadio Azteca a presenciar la justa balompedica.
La característica primordial del grupo entrevistado es que provienen del interior del país, no de la capital donde se encuentra situado el estadio Azteca, así es como lo vivieron estos valientes en busca de la “emoción deportiva”… como diría Martí.
Juan Pablo, procedente de Guadalajara Jal, tiene 12 años y es estudiante de secundaria.
Nos dice “lo primero a lo que te enfrentas es el trafico para poder llegar al estadio, hora y media del sur de la ciudad al estadio también en el sur un viaje de unos pocos kilómetros alrededor de 12 a vuelta de rueda”, no traíamos boletos y necesitábamos dos, en las inmediaciones del estadio los revendedores se nos acercaron ofreciéndonos los boletos de $200, a $600, mas adelante a $550 y ya en la explanada del estadio, no sin un fuerte regateo los consiguieron en $400.
Trataron de encontrar a otro grupo que los esperaba dentro del estadio mandándoles mensajes sms de celular, lo que resulto inútil ya que por la saturación de la red llegaban 6 horas mas tarde (típico).
Ya dentro del estadio lo mejor fue cantar el Himno Nacional, ciento diez mil gargantas cantando al unisonó, fue muy emocionante, exclamo Juan Pablo, “nunca vi tanta gente cantando el Himno”.
El ambiente dentro del estadio era sensacional, la ola, las porras, las chevez, las banderas y los mensajes escritos en cartulinas por un grupo de mujeres adolescentes en la fila de adelante, pedían “chicharito embarázame”, “chicharito hazme un hijo” y un gordo que las acompañaba hasta las chanclas sostenía otro cartel que decía “a mi también”.
Cuando el “chicharito” metió el gol en el minuto 19, el estadio estallo, una gran alegría, gritos de apoyo, México se les fue encima, pero inexplicablemente poco a poco fueron bajando el ritmo, nos platica Manuel de 39 años de Uruapan.
En el segundo tiempo vinieron los cambios ocho por parte de México, nueve por parte de España un verdadero relajo, relata “Quiquis”, de 17 años procedente de Michoacán, para el lo mas notable fue ver las tribunas “pintadas de verde”, por la cantidad de aficionados que portaban la camiseta de la selección nacional.
España “chafa”, nos relata, perdiendo ellos solos pelotas que se les escurrían por las bandas por la imprecisión del servicio, 2 o 3 toques y después la falla, el equipo venia de un merecido descanso y parecía que el partido era una extensión del periodo vacacional.
El equipo Español es uno con Xavi y con Iniesta y otro sin ellos, esos jugadores de enlace hacen que España sea el gran equipo que es, dice Quiquis.
Manuel señala, en el segundo tiempo los cambios desfiguraron a México y un error de marca del Masa propicio el empate, el arquero Corona achico mal, comenta.
España no quería perder y sin haber entrenado jugaron solo quince minutos suficientes para empatar el partido y mostrar su oficio de campeón, “era un partido de exhibición y ninguno de los dos se empleo a fondo” afirma Manuel.
Hay ahora en México un grupo de chavos muy buenos, se han acortado las distancias entre los jugadores españoles y los mexicanos, hay que trabajar en la mentalidad de los muchachos para que den más.
Patricio de 16 años de Guadalajara, dice el partido resulto aburrido como saldo final.
Después de que España, nos empatara empezaron a arrojar toda clase de cosas en las gradas del estadio, líquidos de dudosa procedencia entre otros objetos.
Era una vez mas la expresión de la frustración, una vez mas estuvimos a tres minutos de ganarle a la “Furia Roja”, que se convirtió en la “furia que arroja” por parte del publico asistente al estadio.
Un resultado que le hubiera dado la vuelta al mundo en los titulares y como siempre nos quedamos en el “ya merito”.
P.D. No se deberían de jugar estos partidos declaro David Villa, ha sido un milagro que nadie se lesionara por jugar sin entrenamiento previo.