El fútbol y José Saramago.
Por Lauro Agujeros.
Murió el defensor de las causas de los pobres y los desposeidos. En México amigo y admirador de los zapatistas, incomodó al gobiero de Fox al que criticó por querer resolver el complejo problema social que dio vida al movimiento armado “en quince minutos”.
El periodista español del diario El País, Juan Cruz que estando en Sudafrica para la Copa del Mundo, fue comisionado a cubrir el homanaje al escritor portugués preguntó emocionado al taxista al ver en miles de balcones en Lisboa ondear la bandera, ¿Por Saramago? No el fútbol, contestó el chofer.
En una de sus ultimas entrevistas a un diario francés el escritor decía, “los futbolistas no se merecen las lágrimas de los aficionados. Son presuntuosos. De los humildes no se escribe la historia. Miren a Maradona: juega aunque entrene. Es presuntuoso en el silencio y en la gloria. Él es el punto máximo de lo que el fútbol hace para convertir en un presuntuoso que da grima (asco), a un ciudadano que solo triunfó con la pelota. El futbol es un espejismo de banderas”, remató a gol el escritor lusitano.
Un día saliendo, en el Puerto de Vigo en España, de una conferencia sobre el escritor español Torrente Ballester, quisocomprar seis libros del autor ibérico. Al pedir la cuenta las señoritas encargadas hablaban entre si y hacían garabatos en el papel. Desesperado pedió hablar con el encargado quien las disculpó. “Es que no tienen la máquina sumadora”. Nunca fue muy hábil paralas matemáticas, pero ese día se sintió genio y sumó las cantidades en un papel. Las pobres chicas se quedaron aplastadas y confusas, “como si al no tener cerillas aparece un salvaje, frotando dos palitos secos y les enseña el arte del fuego.”
Esta anécdota la platicó el propio escritor lusitano José Saramago, Premio Nóbel de Literatura 1998, primer portugués en lograrlo y como Gabriel García Márquez hizo que el premio fuese un motivo de promoción personal muy importante. Es de los pocos premios Nóbel de literatura que sigue vigente y no se olvida con el tiempo.
En su libro Las pequeñas Memoria (2007) en donde habla de sus primeros 15 años de vida, dice: “La estructura de mi vida, el núcleo sobre el que se sustentaba toda mi existencia, está en Azinhaga; cuando llegaba de la ciudad y me quitaba los zapatos, sabía que otro mundo me estaba esperando, entre los pájaros, los animales y toda aquella tierra con la que siempre he mantenido una relación muy profunda”. Por eso ya no quiso escribir mas libros de memorias: “ ¡No y no y no! Y si no lo cumplo digan de mí todas las maldades que quieran, les doy permiso”, decía cuando reiteradamente le preguntaban. “ Lo único importante de mi vida sucedió en los primeros catorce o quince años, lo demás no importa” Nació en esta pequeña aldea el 16 de noviembre de 1922.
Autor que algunos les parece denso y pesimista, “Nosotros éramos una familia muy pobre, campesinos, una familia analfabeta, pero lo más importante me lo enseñaron ellos, mis padres y mis abuelos, de forma sencilla, con su modo de ser y de estar en la vida”
Uno de los pasajes mas entrañables del libro relata el momento en que su abuelo materno se fue a despedir de sus olivos antes de morir, “No soy optimista ni pesimista, he procurado no hacer literatura y tampoco me preocupo por el estilo, hay momentos dichosos pero hay otros, una media docena, duros, muy duros, momentos en que los sufrí y recuerdo con amargura”.
El oficial del registro lo inscribió con el apodo de la familia, Jaramago, una planta herbácea silvestre, así que José de Sousa da Piedade quedó como José de Souza Saramago. Hasta los 12 años entró a las escuela. Como su familia no podía continuar pagando sus estudios secundarios, trabajó en una herrería mecánica y mientras leyó todos los libro de la biblioteca de Lisboa a donde se habían mudado. Cambia de trabajo, fue trabajador social. Se casa a los 22 años y termina en 1947 Tierra de Pecado su primera novela que al no tener éxito comercial decide dedicarse al periodismo, crítico literario y comentarista cultural. Él se consideraba a si mismo un periodista.
Hasta 1980 publica su primer novela exitosa, Levantado do Chao un retrato fresco y vívido de las condiciones de vida de los trabajadores. Aquí al fin consigue encontrar su proipia voz, y ese estilo inconfundible, límpido casi poético que le distingue. En 1982 publica Memorial en el Convento, donde describe el oscuro mundo medieval, en una época de guerra y hambre y supersticiones.
Para variar la iglesia lo catapulta a la fama al publicar su novela en 1991 El Evangelio según Jesucristo que povoca polémica, una historia de ficcion sobre una vida alterna de Jesucristo. El gobierno laico de Portugal veta la presentación porque “ofende a los catolicos”. Saramago decide irse a vivir a Lanzarote en las islas Canarias, con Pilardel Río una sevillana a quien conoció a los 63 años (se había divorciado de Ilda Reis en 1969) y la convierte en su traductora al castellano.
Publíca Ensayo sobre la Ceguera (1995) y Todos los Nombres (1997) y al año siguiente gana el Nóbel.
Ya le he palticado querido lector, que en este lugar que de alguna manera se parece a la isla de Lanzarote (solo que sin montañas) donde vivió Saramago en una casa que heredó de sus tías, esta isla de Cozumel,tenemos calidad de vida. Un indicador de ello es que tenemos tiempo. Para ir a comer a casa, convivir con la familia, ir al cine. Los Miércoles y Jueves asistimos mi esposa y yo, con varios amigos entrañables y la maestra Jocabeth a un par de talleres: de lectura y análisis literario, y de ecritura. Hace poco analizamos la obra de Saramago.
Nos dejaron leer Caín, uno de sus últimos libros. A mí me encantan los cuadernos de Lanzarote. Me hacen reflexionar. Un cuaderno que le regalaron sus cuñados María y Javier para registrar sus días en la ínsula con la condición de que de vez en vez los mencionara. Nunca escribió sobre ellos ni en el cuaderno, pero así tuvo laidea de escribir este par de libros en los que reflexiona del diario acontecer en un lugar que te permite calidad de vida y tiempo para la reflexión. Ultimamente gracias a su Fundación escribía un blog del que recientemente se publicó El Cuadeno, en marzo del 2009.
José Saramago tenía leucemia, enfermedad que finalmente le quitó la vida a los 88 años. En 2006 año especialmente dificil para su salud contaba la siguiente anécdota. “Estoy de mal humor, casi nopuedo dormir, he perdido varios kilos y además tengo diarrea. Para colmo tengo varios días con un feroz hipo que me tiene desesperado, de mal humor y sin poder dormir.” Las medicinas no arreglaron la situación. “De casualidad cayó en mis manos un libro con recetas mágicas de esos que aconsejan las abuelas. El tal libro decía que la mejor receta para el hipo era el vinagre.¨
Sin mucha fé le pidió a su mujer Pilar que le comparara el vinagre. Bebió un sorbo y su cara se transformó en mil rostros pero consiguió cortar el hipo. Mas tarde fue invitado al congreso de medicina en Galicia. “Allì ante 1,500 especialistas proclamé a voz en grito que el mejor remedio contra el hipo era el vinagre. Soltaron una carcajada. Al acabar una sesión se me acerco un médico y tímidamente me dijo que lo que había dicho era verdad. Amigo mío,¿que me va a contar usted a mí?, le respondí.
Finalmente como un homenaje al mas grande escritor lusitano desde Pessoa, Pires y Eca de Queiros, la selección de Portugal portó un liston de luto en el partido contra Corea del Norte a la que goloeó 7 a 0. Saramago, de nuevo metió gol.