Joaquín López Dóriga for president. (Aunque sea del patronato de la UNAM)

Azcárraga unatutri le ganó 2 a 1 a la familia Salinas. Este domingo campeón. Ambos juegan en el equipo de colocar al Copetón, Léase Peña Nieto, en el lugar de Calderón en el 2012. Televisa venció a los aztecas, ambos dueños, del balompié nativo. Juntos pero nunca revueltos. No es lo mismo que lo mesmo. También en los arrejuntamientos hay clases sociales y pesos distintos. Uno completo contra un plumita si nos referimos al control del mercado televisivo de acá.  La movilización popular exhibió el tamaño del impacto de la derrota monarca. Centro vs. Periferia. Un estado cooptado por el crimen organizado y otra entidad, DeFecante, donde todavía no llegan las balas a los aparejos. Todavía.

Un presidenciable de la corriente priperredista light, cuya tutoría asume Manuel Camacho,  contra un súbdito del tlatoani Cárdenas. Este aliado de Calderón en el proceso electoral contra el Peje. Que le reviró en reciprocidad con un operativo conocido como el michoacanazo. Vulnerando la soberanía estatal y pretendiendo exhibir el vínculo obvio, entre crimen organizado y autoridades municipales y estatales  amarillas, con fines electorales. Golpe fallido que puso a tambalear al gober-muinoso, Leonel Godoy. Que había oficiado como jefazo de la polecía en la capital con su mentor.  Equipo ese del Morelia, controlado por la TV Azteca en el pacto donde se reparten con sus contrapartes, transmisiones y oncenas, para establecer un maridaje fatal. Y a los que Godoy, sumiso, cortesano,  ha subvencionado con dinero público de los contribuyentes en innumerables ocasiones.

Aquel golpe mediático donde intentó el gobierno federal panista, mostrar los intestinos podridos en el feudo histórico de la familia cárdena, tenía por objetivo, entre otros menos visibles, colocar a la carnala como candidata a la gubernatura. Cocoa, que se denomina María Luisa,  se perfilaba, con una pequeña ayuda de su broder,  para establecer una nueva hegemonía conservadora y restaurar las buenas costumbres y el bien común en ese depredado territorio. Donde paradójicamente la Familia anda bastante bien posicionado por sus vínculos comunitarios y su ideología próxima al autoritarismo de control rígido. Quitar a unos malandrines para colocar y despejar la ruta a otros o asociarlos para regresar a la santísima pax, similar pero distinta del añorado  tricolor.

Ese sonado triunfo futbolero estudiantil ceuiano generó una movilización que convocó a jóvenes, cuya mayoría, padece condiciones infames en la ciudad y en el país. Carentes de trabajo, oportunidades en general, salarios dignos, alimentación deficiente, salud precaria, marginalidad, discriminación, violación de sus derechos y garantías individuales a mostrar reverencias a sus ídolos, que esta vez, así fuera en el terreno o césped de las patadas, las reciben ellos todos los días por otras vías, tampoco los defraudaron.  

A diferencia y contraste con los chavales de Madrid y España quienes apuntan o modificar pacíficamente el modelo disque civilizatorio globalizante y depredador que los aniquila, hoy, hoy. Donde los medios de comunicación en general han jugado un papel fundamental en su posicionamiento y sostenimiento. Consuma aunque no tenga euros o pesetitas antiguas. Dime lo que compras y te diré quién eres. Acá en parcela tunera, a lo mejor, estamos en la antesala de una respuesta o revuelta similar no obstante diferente. Aunque  mientras tanto,  había que darle cuerda al desmadre inducido desde la telera.

Joaquín, el otro López, que llega al estadio en medio de dispositivo de seguridad magnificente y amedrentador, en zona tutelada por autonomía, donde los guardias castrenses o de los otros carecen de jurisdicción, se convirtió en protagonista principal de esta exultante victoria Puma. No se puede salir del palco donde oficia en la zona del palomar del CU, porque lo abuchean e insultan sonoramente. Tampoco se puede tomar ese respiro de tomar el sol. La gente lo identifica como el renovado aunque similar por nuevo y vejete Zabludovsky, ministro de comunicar la mentira y la tripulación que no muestra el menor pudor para tergiversar y enlodar consuetudinariamente. Desde el canal de las estrellas. Quienes ofician como sus patrones y él en su rol de empleado y siervo. Hoy de la nación azul, mañana tricolor y pasado amarillenta. No importa siempre al servicio del mejor postor, ¿pastor?.

El des-informativo nocturnal del lunes fue una joya del terrorismo televiso. Primero una secuencia de imágenes de golpizas policiacas o para-policiacas sin ton ni son, tampoco importa, tornados arrasadores, cornadas  sangrientas, espectaculares, incendios devastadores y otras calamidades encadenadas por la edición que producen terror, miedo cerval en los mirones del otro lado de la pantallita. Luego se hizo la luz. En una nota de varios minutos de duración, cada uno cuesta millonadas, la presentación de escenas de los goles e incidentes del partido, intercaladas con fugaces tomas de Joaquín despachando con señorío en el evento. Siempre sonriente, satisfecho. Realizando muecas con las marcaciones adversas a su tim auriazul. Porque parece de su propiedad o de la empresa que lo patrocina.

Tomas del festejo donde la juventud universitaria y capitalina se divierte “sanamente” y sabe comportarse sin arrebatos, ni violencia. Desmadrosos pero ecuánimes. La Universidad, UNAM,  proyectada nacional e internacionalmente como una institución pacificada y triunfadora así fuera en la práctica de un deporte profesional corrupto hasta la médula, donde caminan asociados con el consorcio monopólico. Que los trata, mientras dure ese contubernio, con cómplice delicadeza. Pantallas donde Pepe Narro, rector activo, hace y se muestra políticamente una y otra vez, aún exprese trivialidades ñoñas. Campaña de posicionamiento mediático que debe costar a las arcas educacionales, que se nutren de los impuestos,  un  costal enorme de billetes.

Y el tercer oficiante, actor principalísimo, que apreció con corona de cartón y no de espinas, en fotos y tomas el mero día de la conflagración monarca, otro que invierte en propaganda cientos de millones que paran en las cuentas azcarraguianas, el carnal jefe de gobierno Marcelo Ebrard. Entregando un símbolo triunfal más de parte del ayuntamiento, sonriendo poco más que Joaquín, mostrando el orgullo que nos causaron chavales y jugadores de la tercera edad, en un fragmento de discurso donde se notaba emocionado hasta las lagrimitas. Así fueran de cocodrilo con bonete de catedrático.  Tres tristes tigres bajo la tutela del otro felino Tigre, así sea de tercera generación. ¿Cuánto nos costaron a los contribuyentes estos minutos de exhibición exultante a los contribuyentes apabullados, envilecidos  y cautivos?

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López Dóriga, ¿alguna vez Judas te mió?…

Les bautizaron como los Pikolines. Que parece etiqueta de trío. Acá suena a los Tecolines. De voz aterciopelada y requinto plañidero.  Alejandro y Marco Antonio. Al primero que resguarda el portón universitario,  le faltó sotana para impedir que se le escapara la canica chiva con la que empataron allá. Acá, en la vuelta infernal por el calorón, se vistió de héroe. Atajó, que para eso le pagan, unas que tenían etiqueta de gol. Tres por lo menos mortales en el comienzo de un partido donde los pumas parecían deshidratados. Cansinos. Abúlicos. Le otorgaron la iniciativa al rebaño sagrado que se lanzó con todo a partir de haberle cedido la iniciativa. Otra pifia monumental en la carrera meteórica de la dirección técnica del Memo Vázquez.

Aventar el carro para atrás y apostar al empate, así fuera en el primer tiempo, sin la pausa que refresca, parecía un suicidio y estuvo a punto de perpetrarse. Nomás que los de rojo y blanco, que trotaron como desaforados, superando a sus rivales en toda la cancha, traían la mira chueca. No atinaron ninguna. Qué falta les hizo el Chicharito meditaba para mis adentros ante la incapacidad para anotar que mostraron los púberes que lo sustituyeron después de la venta millonaria que significó.

Ganaron la espalda de la barrera PikoVerona, una y otra vez, con diagonales, que deberían haber sumado. El paraguayo se notaba lento y carente de reacción y recuperación. Nomás los miraba pasar cual bólidos. Y el cuate mártir gato del Omnilaif, salió con la cortina bajada y paró todo lo que le quisieron infligir sus contrapartes. Fueron momentos que duraron cuarenta minutos, un prolongado tormento,  donde presenciábamos desde las tribunas del Palomar y en general en todo el embudo, con el Jesús en la boca.

Las colas para ingresar al estadio sumaban varios cientos de metros. Había boletaje de reventa tremendamente inflado. Las cabeceras las ofertaban en seis cientos pesitos. Lo demás estaba por los cielos a la diestra del Señor que se alistaba para prodigarnos el milagro del triunfo. Con el infierno a todo trapo, las agüitas y las bebidas carbonatadas color chapopote se agotaron pronto. Únicamente cheves que también duraron la víspera y en nada contribuyeron a paliar la tenebra abracadabrante que se desplegaba sobre el césped. Al parecer, tampoco querían las autoridades, que se expendieran suficientemente para evitar la agresividad de los beodos.

La carencia generalizada de líquidos pone en riesgo la salud de los tribunos que se quedan a merced de los rayos ultravioleta y las temperaturas que semejan rosticería colectiva.  Y además, racionar la bebida espirituosa dentro de embudo en nada contribuye a paliar la violencia potencial. A la salida, los porros, las expenden en todas las modalidades posibles con la complacencia de las autoridades universitarias, zona autonómica, y de las otras, las delegacionales, que se les arruga la dona al imponer la ley a esa runfla de gamberros tolerados. Además de todas otras sustancias que apuntalan la tesis de que aquellas drogas, se deberían liberar en su venta. Por lo menos en la UNAM circulan con cierta holgura.

Según algunas fuentes consultadas, con el antecedente de los aplastados en el túnel histórico, se toman una serie de precauciones para evitar sobre-poblar ese estadio emblemático. En este caso, de la semifinal, se tupieron todas las secciones y tampoco se notaban espacios, huecos de amortiguamiento. Cuando estábamos por entrar, unos individuos identificados como cherifes unamicos, solicitaban urgidos los boletos para checarlos antes de llegar a la aduana de la entrada. Al parecer, tenían la sospecha fundada, de que se habían realizado monumental fraude con entradas apócrifas que todavía no se sabe, ni se sabrá dice don Teofilito, quién las mandó imprimir. Según los oráculos publicados, se guardaron más de 10 mil lugares o más para evitar aglomeraciones y mantener un control aceptable del territorio futbolero en el Pedregal.

El método para descubrir las falsificaciones era de la era de la tecnología de `punta tal y como corresponde con un centro de educación superior de altos vuelos.  Aquel individuo que solicitaba previamente el ticket, lo miraba circunspecto contra la luz del sol que brillaba en su esplendor cenital, y después con parsimonia, con cara científica, le pasaba un encendedor prendido por alguna de las secciones impresas.

Los agraviados despojados de la contraseña para ingresar se ponían todavía mayormente encendidos al presuponer el riesgo de que esos cartoncillos que habían costado conseguirlos, sangre, sudor y lágrimas, pudieran acabar consumidos, pira educativa, y les impidieran franquear los portones. Una vez realizada la prueba del fuego tipo estufa tatemadora de nixtamal, se otorgaba el visto bueno o se requisaban en medio de protestas altisonantes.

Según las crónicas disponibles a Verga-ra y Angélica, directivos tapatíos,  mientras abandonaban la zona que les habilitaron para observar la derrota chiva, donde seguramente abandonaron con cara de pérdida total, fueron agredidos con toda clase de objetos y líquidos voladores incluso con agresiones físicas directas que pusieron en entredicho seguridad e integridad personales deteriorando la imagen de la institución universitaria y a los aficionados que se desnudan como salvajes e incivilizados. A pesar de todo, están en la final. Televisa en representación de la Máxima Casa de estudios, versus TV Azteca entre monarcas comandados por un visajista, de visajes patéticos,  Boy ridículo.

Para cerrar esta crónica malévola, antes de que se olvide, estando por ingresar pasó por un lado una camioneta blindada con un coche de guaruras apuntando para todos lados y las puertas abiertas como para repeler algún ataque del asesinado Osama Bin Laden. Suponíamos que era un encumbrado de esos que cagan miedo y lo esparcen a su derredor. Quizá el rector comentó al lado. Pero resultó que quién se bajo perfectamente peinado y con playera oficial calzada fue Joaquín López, el otro López, este Dóriga que de tantas falsedades que transmite debe tener la conciencia acalambrada y tema, alguna vez Judas te-mió, algún atentado.

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